Esta celebración, que se lleva a cabo el 28 de diciembre, tiene una historia rica y única que ha perdurado a lo largo de los siglos.
El origen de esta festividad se remonta a los tiempos de la colonia cuando los españoles introdujeron la tradición en el territorio venezolano. Según la tradición católica, el 28 de diciembre conmemora el antiguo relato bíblico del Rey Herodes, quien ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años con el fin de eliminar al recién nacido Jesús de Nazaret.
Sin embargo, a diferencia de otras partes del mundo, en Venezuela, esta conmemoración trascendió lo religioso para convertirse en un día de risas y bromas. Los venezolanos aprovechan el Día de los Santos Inocentes para gastar bromas a amigos, familiares y hasta medios de comunicación, llenando el ambiente de risas y alegría.
Durante esta festividad, es común encontrarse con noticias falsas, conocidas como «inocentadas», que circulan en los medios y redes sociales. Estas noticias suelen tener un tono humorístico y extravagante, y son creadas para sorprender y hacer reír a los lectores.
Además de las bromas, la gastronomía también juega un papel importante en esta festividad. El dulce típico de los Santos Inocentes en Venezuela es el golfeado, un delicioso pan dulce relleno de papelón un tipo de azúcar moreno y queso blanco. Este manjar es consumido en familia y se ha convertido en uno de los sabores característicos de esta celebración.
A pesar de ser una festividad cargada de risas y humor, es importante recordar que el respeto y la consideración deben prevalecer para evitar daños o molestias innecesarias. La idea es disfrutar con moderación y en un ambiente de compañerismo.
El Día de los Santos Inocentes en Venezuela es una tradición arraigada en la historia y la cultura del país. Más allá de su significado religioso, esta festividad se ha transformado en un día lleno de risas, bromas y golfeados. Una oportunidad para compartir momentos especiales con seres queridos y poner a prueba nuestro sentido del humor.
¡Que vivan las bromas y los Santos Inocentes!